El 4 de enero de 1984 surge la medicina familiar en Cuba, con el objetivo de contribuir a elevar el estado de salud de las personas, incrementar la calidad de los servicios y hacer sostenible y eficiente el sistema sanitario, de esta manera se garantiza la satisfacción de la población.
La idea del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, de crear un médico diferente y un nuevo especialista, con la finalidad de alcanzar nuevos niveles de salud y mayor satisfacción a la población, se materializa en el médico de la familia.
La salud pública cambió su organización y sus métodos, ya que situó al médico de la familia como el máximo responsable de la salud de los individuos, las familias y del medio, con la premisa de preservarlo de esquemas burocráticos, de mantenerlo en contacto directo con su población y que mantuviera su plena consagración al trabajo.